La Puerta de San Lorenzo era la puerta de entrada a la ciudad para quienes venían de los valles del norte de Bergamo y del otro lado de los Alpes.
Debe su antiguo nombre a la iglesia que había en el lugar y que fue derribada por el Gobierno del Véneto para construir las Murallas. El segundo nombre por el que se la conoce, Porta Garibaldi, deriva de un importante acontecimiento histórico: en junio de 1859 Giuseppe Garibaldi, al mando de sus voluntarios los «Cacciatori delle Alpi» (Cazadores de los Alpes), entró en Bergamo por esta puerta y la liberó del dominio austriaco.