En el pasado, la Puerta de San Giacomo era la entrada a la Ciudad Alta para los que llegaban desde Milán. Es el único acceso a las Murallas que es perfectamente visible desde Viale Vittorio Emanuele, el eje que cruza la Baja Bergamo de sur a norte, tanto por su posición como por su color. El mármol blanco con el que está construido lo hace destacar sobre la piedra gris de los muros defensivos.
Apoyado en la balaustrada disfrutará, por un lado, de una hermosa vista de las fortificaciones venecianas y, por otro, de un espléndido panorama de la Ciudad Baja y de la llanura hasta los Apeninos.